Los formadores del Proyecto, miramos haciendo especial énfasis en la percepción y recepción, libres de prejuicios. Nuestro objetivo es encontrarnos con la otra persona; para ello todas las habilidades e instrumentos los ponemos al servicio de un contacto sincero, congruente y empático.
Estamos atentos a los mínimos detalles como un reflejo cálido de nuestro estar presentes, sabiendo que todos somos únicos e íntegros. Cada mundo interno trae algo distintivo y significativo para ofrecer y necesidades y peculiaridades que debemos atender.
Para que alguien pueda comenzar a abrirse a otro lenguaje, es imprescindible estar en un ámbito adecuado y entregarse al propósito del encuentro. Cuando se logra la empatía requerida, base de nuestro enfoque actitudinal, buscamos la conexión con los elementos plásticos desde todos los sentidos físicos, las sensaciones, las emociones, las propuestas, los objetos y herramientas.
Al conectarse con el nuevo “abecedario visual”, las nuevas imágenes, dónde lo creativo y “el puedo” paulatinamente, experimentan un nuevo orden, comienzan a disiparse los miedos y fortalecer la personalidad. Vivenciando la interacción social, la exploración y desarrollo de los registros sensoriales y la manifestación su mundo subjetivo.
Aprenden a mirar, vincular y resignificar/transformar elementos, reciclar, explorar el mundo de los otros, la fantasía y la realidad, mientras van despertando a un lenguaje personal, que además de distinguirlos, saberse únicos, singulares y parte de un grupo de pertenencia.
Skliar Carlos… "Habría, entonces, que perder de una vez todas esas palabras: normal, norma, normalidad, normalización. Que la incompletud (nos) quiebre la mirada. Y que el poder de la mirada se quede sin mirada y sin poder. Pues si no hubiera anormalizadores, no sería posible pronunciar ninguna de esas palabras. Y si no hay normalidad, si no hay lo normal, si no hay norma, si no hay normalización, entonces: ¿para qué ese sórdido deseo de dividir el cuerpo humano en categorías inmutables: entero e incompleto, capaz e incapaz, correcto e incorrecto, saludable y enfermo? No hay normalidad. No hay anormalidad. Todo está hecho de lo humano, todo es irremediable y absurdamente humano." En Educar la mirada”-Parte II- Palabras de la normalidad- pag. 196 Ed. Manantial Fundación Osde – Bs. As. 2006-
Detalle de Obra de Gonzalez Bonorino, Sofía